El ministro de Sanidad del gobierno de Hamás en Gaza, Moufid Mujalalati,
aseguró que en el hospital de Shifa han muerto 24 personas, entre ellas
12 civiles: siete niños, dos mujeres y tres ancianos.
En Gaza nadie se siente seguro. Las
bombas israelíes caen sin parar por toda la Franja. El estruendo de los
bombardeos se combina con el zumbido de los drones sionistas y con el de
los cohetes palestinos que despegan en dirección a Israel, reseñan
agencias.
Las calles están casi desiertas. Apenas grupos de hombres que se reúnen en las esquinas o que van de un sitio para otro. Miran al cielo e intentan adivinar dónde caerá la siguiente. Netanyahu, mientras tanto, se reúne con su gabinete para estudiar la posibilidad de una ofensiva terrestre en la franja.
El Ejército israelí atacó unos 600 objetivos en Gaza en los últimos tres días, según su propio recuento, mientras los cohetes de grupos armados palestinos suman 550. Los militares aseguran que su objetivo son los líderes de Hamás y los arsenales y zonas de lanzamiento de los cohetes.
Al hospital Shifa, en la ciudad de Gaza llegan los heridos. Hay 257 desde el miércoles, el día en que el Ejército israelí mató a Ahmed Yabari, el jefe militar de Hamás, desencadenando un ciclo de violencia alarmante. El Centro Palestino para los derechos humanos de Gaza (PCHR) sostiene que 253 de los heridos son civiles y hasta 62 niños. En una cama del hospital Shifa, una niña de tres años yace con el cráneo partido por la metralla, el fémur roto y una herida en la mano derecha. Está sedada. Su madre la acompaña con la mirada ida. Su casa fue bombardeada.
Por la mañana y por la noche, cuando se concentran los bombardeos, es cuando llega un mayor número de heridos. “En este hospital ya no tenemos sitio. Hay que trasladarlos”, explica el doctor Samir al Safadi, subdirector del servicio de urgencias. Cuenta que les hace falta todo tipo de equipo médico, desde medicinas hasta jeringuillas o vías. “Cortamos las toallas y las usamos para vendar”.
Un total de 23 palestinos y tres israelíes han muerto desde el miércoles.
Las calles están casi desiertas. Apenas grupos de hombres que se reúnen en las esquinas o que van de un sitio para otro. Miran al cielo e intentan adivinar dónde caerá la siguiente. Netanyahu, mientras tanto, se reúne con su gabinete para estudiar la posibilidad de una ofensiva terrestre en la franja.
El Ejército israelí atacó unos 600 objetivos en Gaza en los últimos tres días, según su propio recuento, mientras los cohetes de grupos armados palestinos suman 550. Los militares aseguran que su objetivo son los líderes de Hamás y los arsenales y zonas de lanzamiento de los cohetes.
Al hospital Shifa, en la ciudad de Gaza llegan los heridos. Hay 257 desde el miércoles, el día en que el Ejército israelí mató a Ahmed Yabari, el jefe militar de Hamás, desencadenando un ciclo de violencia alarmante. El Centro Palestino para los derechos humanos de Gaza (PCHR) sostiene que 253 de los heridos son civiles y hasta 62 niños. En una cama del hospital Shifa, una niña de tres años yace con el cráneo partido por la metralla, el fémur roto y una herida en la mano derecha. Está sedada. Su madre la acompaña con la mirada ida. Su casa fue bombardeada.
Por la mañana y por la noche, cuando se concentran los bombardeos, es cuando llega un mayor número de heridos. “En este hospital ya no tenemos sitio. Hay que trasladarlos”, explica el doctor Samir al Safadi, subdirector del servicio de urgencias. Cuenta que les hace falta todo tipo de equipo médico, desde medicinas hasta jeringuillas o vías. “Cortamos las toallas y las usamos para vendar”.
Un total de 23 palestinos y tres israelíes han muerto desde el miércoles.
Fuerte ataque precede alto al fuego
La población civil de Gaza y otras localidades no disfrutaron de la tregua condicional, decretada por el Gobierno israelí en ocasión de la llegada allí del primer ministro egipcio, Hicham Qandil, dijo Prensa Latina.
El anuncio siguió a una noche infernal durante la cual cazas israelíes realizaron 130 incursiones contra zonas residenciales en la franja.
Qandil encabezó una delegación integrada por el ministro de Salud, Mohamed Mustafa Hamed, y asesores presidenciales, y su visita constituye una muestra de solidaridad que envía un mensaje a las autoridades en Tel Aviv, acorde con la postura del presidente Mohamed Morsi de que Egipto no permanecerá impasible ante la masacre de civiles.
El gesto es una diferencia neta respecto a la pasividad del derrocado régimen del expresidente Hosni Mubarak durante la invasión israelí de fines de 2008 y principios de 2009 durante la cual murieron mil 400 civiles palestinos de Gaza.
La visita de Qandil fue anunciada en El Cairo, después que el presidente egipcio, Mohamed Morsi, condenara los bombardeos israelíes e instara en una llamada telefónica a su homólogo estadounidense, Barak Obama, a “utilizar su influencia con Israel para detener los bombardeos”.
Hasta el presente la reacción estadounidense se ha centrado en reivindicar “el derecho de Israel a defenderse” de los ataques desde la franja, detonados por las constantes agresiones del Ejército de Tel Aviv contra Gaza.
La escalada de violencia más grave en la zona desde 2008 ha provocado que las sirenas antiaéreas volvieran a sonar ayer en Jerusalén por primera vez desde la guerra del Golfo de 1991.
Por otra parte, el ejército israelí negó ayer que el ala militar de Hamas derribara un avión israelí en Gaza. Las Brigadas Al-Qassam dijeron que habían derribado un avión de guerra y que Israel había bombardeado intensamente el área para destruir los restos.
El exministro de Sanidad de la Franja de Gaza, Bassem Naim, declaró ayer que tienen pruebas de que la artillería utilizada por el Gobierno de Israel durante los ataques a la Franja de Gaza, contiene “armamento prohibido”, dijo Telesur.
“Los estudios prueban que Israel está utilizando armamento prohibido, tanto por la cantidad como por la naturaleza del mismo”, dijo.
Naim aseguró que “han destruido numerosos edificios y casas usando bombas de percusión que provocan también el desplome de las construcciones colindantes”.
Añadió el extitular de Sanidad que “los cadáveres recogidos estaban completamente calcinados, lo que prueba el uso de armas prohibidas. Hay alrededor de 160 heridos en estos ataques, la mayoría de ellos son niños, mujeres y ancianos”. Agregó que la mayoría de las bajas civiles son menores de edad con fuertes quemaduras.
Crecen expectativas por posible invasión terrestre
Hasta ahora 28 palestinos y tres israelíes han muerto tras el inicio de la agresión contra Gaza, que cumplió ayer su tercer día, en medio de crecientes señales sobre una inminente invasión terrestre después de que el Gobierno israelí dictara la movilización de 75 mil reservistas, reseñó Telesur.
De acuerdo con la información de agencias internacionales, el ministro de Sanidad del gobierno de Hamás en Gaza, Moufid Mujalalati, aseguró que en el hospital de Shifa han muerto 24 personas, entre ellas 12 civiles: siete niños, dos mujeres y tres ancianos.
Precisaron que la Fuerza Aérea israelí llevó a cabo sólo ayer unos 238 bombardeos en la franja de Gaza.
Según los datos ofrecidos por Mujalalati, más de 250 personas resultaron heridas desde el comienzo de la ofensiva, entre ellas 70 mujeres y niños.
El ministro afirmó que los hospitales de la franja empiezan a sufrir escasez de suministros médicos y pidió a los países árabes que sigan el ejemplo de Egipto y ayuden a los palestinos.
Hasta ahora 28 palestinos y tres israelíes han muerto tras el inicio de la agresión contra Gaza, que cumplió ayer su tercer día, en medio de crecientes señales sobre una inminente invasión terrestre después de que el Gobierno israelí dictara la movilización de 75 mil reservistas, reseñó Telesur.
De acuerdo con la información de agencias internacionales, el ministro de Sanidad del gobierno de Hamás en Gaza, Moufid Mujalalati, aseguró que en el hospital de Shifa han muerto 24 personas, entre ellas 12 civiles: siete niños, dos mujeres y tres ancianos.
Precisaron que la Fuerza Aérea israelí llevó a cabo sólo ayer unos 238 bombardeos en la franja de Gaza.
Según los datos ofrecidos por Mujalalati, más de 250 personas resultaron heridas desde el comienzo de la ofensiva, entre ellas 70 mujeres y niños.
El ministro afirmó que los hospitales de la franja empiezan a sufrir escasez de suministros médicos y pidió a los países árabes que sigan el ejemplo de Egipto y ayuden a los palestinos.